domingo, octubre 08, 2006

La televisión que invita a pensar

Los primeros siete mil televisores que llegaron a la Argentina a principios del 50 fueron destinados a grupos privilegiados, homogéneos y reducidos. En esta etapa, el Estado mantenía la titularidad del servicio, pero los canales que comenzaban a formarse pasaron a manos privadas.
Más tarde, en 1980, culminó definitivamente, y hasta nuestros días, la posición que los gobiernos militares habían tomado: estatizar los canales que estaban en manos de empresarios (Canal 9, 11 y 13). Sólo quedó al mando del Estado Canal 7, en ese momento ATC (Argentina Televisora Color).
La década del 90 se caracteriza por el "boom" del cable, que apareció anteriormente como necesidad de crear circuitos cerrados de televisión para que llegara la programación completa y de mejor calidad al resto de las provincias.
Mientras los canales de aire dedicaban su grilla de contenidos a la información y el entretenimiento, donde buscaban dirigirse a un público amplio y común, el cable se interesó por apuntar a espectadores profesionales con temáticas particulares.

La era de la paleotelevisión que hace referencia Alejandro Piscitelli en su texto “Ciberculturas 2.0” (1995) estaba centrada en un proyecto de educación cultural y popular, basada en un contacto de comunicación pedagógico, en donde los profesionales de la televisión serían los maestros. Y aunque en la etapa de la neotelevisión, que nombra este autor, considere que el modelo anterior de comunicación pedagógica se haya quebrado, creo que si bien sí lo hizo la televisión abierta no ocurrió lo mismo con las señales de cable. Esta forma de televisión privada le ofrece al espectador variadas propuestas que se relacionan con lo profesional y los gustos cotidianos (el cine, el arte, la literatura, el fútbol, la cocina).
Sin embargo, se desencadenan dos problemas: a diferencia de lo que planteó Piscitelli en la primera etapa, las emisiones están pensadas para un público específico y restringido; y a su vez, el cable tampoco está al alcance de todos porque es un servicio pago, que cada vez se hace más inaccesible por los aumentos consecutivos de las empresas que lo gestionan.
Pero para rescatar el aspecto positivo de las transmisiones de cable puedo decir que hay programas como los de la señal de “TN” y “Canal á”, donde especialistas le hablan a un público que les interesan ciertas ramas de la cultura o el espectáculo, muchas veces que es idóneo, y les aportan sus conocimientos. En algunos casos utilizan terminologías muy técnicas, pero en otros casos buscan afianzar el aspecto coloquial para sumar más espectadores.
Algunos ejemplos representativos son: “TN Ciencia”, un programa conducido por el periodista Guillermo Lobo, que en media hora resume la actualidad científica local e internacional; “Colectivo imaginario” (TN), Canela muestra en su programa hechos y personajes que estén vinculados con artes plásticas, cine experimental, literatura, música, arquitectura, fotografía, documentalismo, entre otras; “Cuentos contados” (Canal á) es un espacio dedicado a los libros y la poesía; y “El Ojo” (Canal á), un programa conducido por críticos de cine que evalúan películas de todo el mundo.
Estas temáticas afortunadamente no atentan contra la capacidad de reflexión de los receptores sino más bien los invita a pensar.

Para ampliar acerca de la historia de la televisión recomiendo el libro de Pablo Sirven, "Quién te ha visto y quién tv".

lunes, octubre 02, 2006

Arte innovador y contemporáneo

Estado lateral, grupo de arte argentino

Hasta el 7 de octubre estará en el Centro Cultural Recoleta el Festival de Arte digital proveniete de Londres "One Dot Zero". Aquí pueden verse pantallas de LCD interactivas, televisores de plasma simulando ser estatuas vivientes, exposiciones de artistas argentinos, muestras de cine, música y videos. El objetivo es mostrar arte innovador y de vanguardia desde la últimas técnicas.

Lo interesante es que conviven al mismo tiempo varias disciplinas: tecnología, ciencia, imagen y música. Pero las obras no reflejan algo conceptual sino que son estímulos que llaman la atención partiendo de lo visual, donde la variedad de colores atraen a primera vista.

Este arte, necesita de un espectador participativo, es decir, que la obra y el público deben conectar. De lo contrario esta forma de expresión, no tendría sentido.Corto de cine en exhibición

Quedó atrás la idea del Centro Cultural Recoleta como un espacio silencioso y sobrio. Ahora es un lugar de pura atracción, donde cada visitante se impactará y se sentirá en otra órbita.

Los invito a acercarse a conocer el arte digital que llegó por primera vez a la Argentina.

domingo, octubre 01, 2006

Literatura basura vs. libertad de expresión



Melissa Panarello es italiana, tiene 20 años y el pasado 15 de septiembre presentó en la Argentina su segundo libro: "Tu aliento".
Esta joven escritota se hizo muy conocida desde los 17 años, cuando publicó su primera novela: "Cien cepilladas antes de dormir", título que nos lleva a la doble interpretación porque aquí Melissa contó en primera persona sus aventuras con sus novios, amantes y parejas. Aunque aclaró en una entrevista que un 90 por ciento del contenido era real y el resto ficción. Así que destapó gran parte de su intimidad, por no decir toda.
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Este libro causó una gran polémica no sólo en los medios de comunicación y en las familias más o menos tradicionales sino también en los críticos de la literatura, quienes denominaron los libros de la joven como "literatura basura". Es decir, que sería un desperdicio editar un libro de esas características. Pero los interrogantes son: ¿A quién le interesa leer las experiencias amorosas y sexuales de los demás?, ¿Qué aportes deja al lector?, ¿Vale la pena comprar este tipo de libros?
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Lo cierto es que la escritora italiana vendió cerca de 3 millones de ejemplares y su primer libro se tradujo a 40 idiomas. A partir de aquí se empiezan a responder algunas preguntas...
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Todos esperamos cuando terminamos de leer un libro que nos deje algo: un mensaje, una enseñanza, una reflexión... Lo que hizo Melissa en "Cien cepilladas antes de dormir" fue transcribir fragamentos de su diario íntimo. En base a ello dejó dos posibles sensaciones: el sabor amargo de una juventud que parece no tener límites o la atracción de conocer qué es lo que piensan los adolescentes y cómo actúan.
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Hay dos posibles visiones: una negativa y otra positiva, queda en la forma en que cada uno se tome las cosas. Es una evaluación personal, que se relaciona con las costumbres, los hábitos y el aspecto generacional.
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Lo cierto es que las repercusiones despertaron la curiosidad de los lectores de distintos lugares del mundo, y los llevó a obtener el libro.
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En "Tu aliento", su reciente libro, la escritora quiso contar una historia de amor obsesivo y extremista. Ella vuelve a ser la protagonista, pero se basó más en lo literario. En su primera obra, utilizó como estrategia confesar que se trataban de historias vividas por ella en la realidad, esta vez aclaró que es "autoreferencial", no "autobiográfico". Veremos si causará el mismo revuelo y si se repetirá el éxito.